Presbicia o vista cansada

Ophthalmologist examining boy with slit lamp

¿Qué es la presbicia o vista cansada?

La presbicia o vista cansada es un defecto refractivo que se debe a la pérdida de elasticidad del cristalino, la lente natural del ojo que permite enfocar los objetos a diferentes distancias, lo que se conoce como la acomodación.

Con los años el cristalino pierde progresivamente su elasticidad natural y se vuelve más rígido, por lo tanto menos flexible. La pérdida progresiva de la capacidad de acomodación generalmente se manifiesta a partir de los 40 años y evoluciona con el paso del tiempo.

Síntomas

Dificultades para enfocar imágenes a menos de 50 cm, que va progresivamente en aumento. Se ven las letras borrosas u oscuras. – Síntomas de fatiga visual , como ojos rojos, picor o, incluso, dolor de cabeza cuando se lleva un rato fijando la vista en una distancia próxima.

¿Por qué aparece ?

Lo primero que hay que saber es que la presbicia es un proceso fisiológico, natural, que afecta a todo el mundo y que está ligado al envejecimiento de la persona.

La acomodación , o capacidad de enfoque , es debida al complejo que forman el músculo ciliar y el cristalino. El cristalino es una lente intraocular, flexible y transparente que junto con las contracciones y relajaciones del músculo ciliar permite enfocar las imágenes a diferentes distancias.

En la presbicia confluyen, en primer lugar, la pérdida de la elasticidad del cristalino, junto con una debilidad del músculo ciliar.

¿Se puede prevenir ?

NO es posible evitar la presbicia. En función de la predisposición genética y de las actividades que realice la persona, la vista cansada aparecerá antes o de forma más tardía .

Tratamiento

La presbicia no se cura. Existen 3 alternativas para corregirla :

  • Ojeras, sean monofocales (corrigen solo de apropiación ), bifocales (de lejos y de cerca) y/o progresivas ( de lejos, de cerca y de distancia intermedia).
  • Lentillas progresivas.
  • Cirugía, que incluye diferentes técnicas, como la cirugía con lentes intraoculares o la cirugía láser.

Para determinar el tratamiento adecuado es imprescindible realizar un estudio completo personalizado, puesto que factores como la edad, la profesión, las preferencias personales y las características del ojo influyen de forma muy notable en la elección de la técnica más adecuada .