Oct o tomografía de coherencia óptica
Tomografía de coherencia óptica
La tomografía de coherencia óptica (OCT) se ha convertido en poco tiempo en una herramienta fundamental en la práctica oftalmológica.
La tomografía de coherencia óptica (OCT) se ha convertido en poco tiempo en una herramienta fundamental en la práctica oftalmológica. Se basa en el principio de la informetría, proporciona cortes bidimensionales o tridimensionales y medida el retraso en la transmisión de los ecos y la cantidad de luz absorbida o reflejada. De este modo se consigue el más parecido a una biopsia en tiempo real.
Es una prueba rápida, sencilla, que no presenta ningún riesgo para el paciente y tiene una gran fiabilidad.
El procedimiento es sencillo. El paciente tiene que fijar la vista en un punto luminoso dentro de la pantalla del aparato. Mediante la proyección de un láser de baja potencia se toman imágenes de diferentes planos sobre el fondo del ojo; el rayo se refleja, se captura nuevamente y la computadora lo analiza. El análisis de esta información permite al oftalmólogo conseguir un diagnóstico preciso.
Inicialmente la única y principal indicación de la OCT era la patología de retina, en especial la zona central o mácula. En enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad o DMAE y la retinopatía diabética la OCT se ha demostrado como el instrumento más útil para el diagnóstico y para el seguimiento. Con las nuevas generaciones de equipos también se han ampliado las indicaciones y es de gran utilidad para el estudio del nervio óptico (glaucoma), de la córnea, del iris y del ángulo iridocorneal.