Retinopatía Diabética

retinopatía diabética

¿Qué es la retinopatía diabética?

La retinopatía diabética, también conocida como diabetes ocular, es una enfermedad ocular grave causada por la diabetes. En la actualidad, esta patología es la principal causa de ceguera en personas en edad laboral en España.

El riesgo de sufrir retinopatía diabética aumenta con el tiempo de evolución de la diabetes y con su mal control. La elevación prolongada de la glucemia provoca daño vascular, lo que facilita la acumulación de líquido entre las capas de la retina, así como hemorragias, y la formación de vasos sanguíneos anómalos que pueden provocar el desprendimiento de la retina.

Síntomas de la retinopatía diabética

Los casos leves o sin edema en la mácula pueden no producir síntomas. En casos más avanzados, pueden aparecer moscas volantes (miodesopsias) o sombras, visión borrosa de forma progresiva, pérdida de visión nocturna o pérdida brusca de visión.

En los casos más graves, puede presentarse dolor e inflamación relacionados con un aumento de la presión intraocular.

¿Cómo diagnosticarla?

Las principales pruebas para diagnosticar la retinopatía diabética son las siguientes:

¿Es posible prevenirla?

Es fundamental realizar revisiones periódicas del fondo del ojo en pacientes diabéticos, dado que, en muchos casos, la retinopatía diabética no presenta síntomas hasta que ya se encuentra en un estado avanzado.

Existen otros factores que se asocian de forma frecuente a pacientes diabéticos y que pueden acelerar y complicar la retinopatía diabética, por lo cual es importante tenerlos muy controlados. El principal sería la hipertensión arterial y, en un segundo plano, la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo.

Tratamiento de la retinopatía diabética

El factor más importante es el buen control de la glucemia, la tensión arterial y el colesterol, junto con las visitas anuales para la detección temprana.

Según el grado de severidad, el tratamiento puede incluir terapia con láser, inyecciones intravítreas de antiinflamatorios y, en los casos más avanzados, puede ser necesario recurrir al tratamiento quirúrgico (vitrectomía).